Nuestros viajes serán cada vez más regenerativos: más conscientes, menos centrados en el consumismo y más atentos a la naturaleza y la cultura locales.
Si antes de la pandemia el objetivo del ecoturismo consistía en viajar de la forma más sostenible posible, en el futuro iremos un paso más allá: se hará lo posible por dejar el lugar que se visita en mejores condiciones. Ya no se trata de reducir la huella sino de ser proactivo para que el territorio esté más preparado para afrontar su futuro.
El turismo ejerce una gran presión sobre distintas poblaciones. La pandemia ha hecho que seamos más conscientes del impacto que nuestro consumo tiene sobre la sociedad y buscamos el cambio.
Según un estudio reciente del Consejo Mundial de Viajes y Turismo, el 83% de la población mundial quiere viajar de una forma más sostenible. El 84% quiere desperdiciar menos y reciclar más. Y el 67% quiere ser más consciente del impacto de sus vacaciones en el planeta.
Se espera que 2022 sea el año en que el sector turístico apueste decididamente por los viajes regenerativos.
En el futuro iremos un paso más allá: se hará lo posible por dejar el lugar que se visita en mejores condiciones.
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