Nos embarcamos en el próximo gran cambio tecnológico.
Las grandes tecnológicas lo intentarán, pero fracasarán en su empeño de apoderarse del metaverso.
Por una vez, las big tech no se quedarán con el premio gordo. La siguiente versión de la web está al caer, y rebasará los límites de nuestras pantallas: el metaverso es un término que describe las experiencias de inmersión y colaboración en 3D que ya se están abriendo paso en nuestras vidas. El metaverso abarca desde las experiencias aumentadas existentes (Pokemon Go, por ejemplo) hasta los mundos de juego de alto nivel.
Mientras nos embarcamos en el próximo gran cambio tecnológico, la tensión entre las plataformas cerradas y abiertas continuará. Al igual que en la transición a lo móvil, las grandes tecnológicas intentarán hacerse con todo el control posible sobre este nuevo paradigma. Prueba de ello es el cambio de marca de Meta, antes conocida como Facebook. Pocos días después, Microsoft (empresa matriz de LinkedIn) también anunció sus propios planes para el metaverso. Pero, a diferencia de los hitos tecnológicos anteriores, el metaverso será mucho más difícil de amurallar y controlar gracias a dos fuerzas importantes.
Blockchain
El blockchain permitirá a quienes participen del metaverso, construir y utilizar tecnología descentralizada: ya no dependerán únicamente de los gigantes tecnológicos.
Medio descentralizado
Los artistas y tecnólogos que están sentando las bases del metaverso ya no están en deuda con las grandes tech como antes: gracias al blockchain disponen de un medio descentralizado para ganar dinero.
Esta nueva versión de la web nace con el potencial de ser abierta y de ofrecer un contexto donde se recompense a los creadores individuales por sus contribuciones.
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